Hola chicos! Hace tiempo que mis padres me enseñaron este vídeo, y el otro día al visualizar en clase el niño con la silla de ruedas en expresión corporal me ayudó a recordar y quise compartir esto con vosotros. no sé si lo habéis visto ya en otra ocasión pero no está de más volver a verlo.
Bien, después de verlo me gustaría que os sirviera para pensar un poco y recapacitar por lo cuán afortunados somos en esta vida, de poder oír, poder ver, movernos por nuestra cuenta, hacer lo que queramos e ir aquí y allá sin la ayuda de nadie. A veces nos preocupamos por simples bobadas, odiamos a gente y no nos damos cuenta de que la palabra odiar es muy fea. No nos damos cuenta de que perdemos el tiempo tan valioso que tenemos empleando esta mísera palabra. En ocasiones nos preocupa que a la gente no le guste lo que pensemos o cómo vayamos vestidos. Nos suele importar lo que piensen de nosotros. Pero cada persona es como es, con sus virtudes y sus defectos, lo que nos hace especiales son nuestras diferencias al resto.
Sé que a veces nos pasan cosas y pensamos que no podremos salir de ellas, nos venimos abajo, nos deprimimos y lloramos, aunque es necesario, forma parte de la vida. Si no existieran estos momentos, luego no valoraríamos las cosas buenas. Así que, cuando os pasen por la cabecita tonterías como la de "me veo gordo/a" "no puedo salir a exponer" "soy incapaz de hacer tal cosa" "odio a esta persona"... penséis un poquito, sólo un poquito, y os acordéis de este hombre, de su felicidad, de la sonrisa que lleva en la cara, de su belleza y de todo lo que le hace grande.
Os dejo otro vídeo, y me callo porque me vienen muchas cosas a la cabeza que me gustaría decir pero si sigo no paro y no quiero aborreceros. Así que dejo que lo miréis y lo remiréis tantas veces como queráis. Y si comentáis, pues más que mejor.
Y recordad, que lo que no te mata, te hace más fuerte.
Un besito
Marta Fornes